Acampar con los más pequeños parte 2 Aficiones

Acampar con los más pequeños parte 2 Aficiones
Ya hemos visto cómo hacer que unas vacaciones en camping con niños sean más fáciles y organizadas: unos pequeños trucos son suficientes para evitar imprevistos y reducir el estrés de todos.
Pero la experiencia de acampar no viene solo de la organización.
Los niños están en constante descubrimiento del entorno que les rodea, siempre atentos a lo que sucede y, sobre todo, con muchas ganas de divertirse: nada mejor que ofrecerles un montón de actividades divertidas que harán que las horas pasen rápido y con una sonrisa.
Juegos en la playa Pero empecemos por las cosas sencillas.
Si la ubicación del camping es junto al mar, la diversión está prácticamente servida: pistolas de agua (se pueden encontrar en el mercado de todos los tipos y precios, tanto buscando en internet como en las tiendas de los complejos turísticos), globos de agua, cubos y palas para construir castillos de arena.
Estas son solo algunas de las miles de cosas con las que los más pequeños pueden divertirse.
Solo debemos asegurarnos de que nadie sea molestado mientras juegan, pero por lo demás solo debemos dejar que la imaginación de los niños siga su curso natural.
Importa diferente si el camping que hemos elegido está en la montaña o en el campo; todavía es probable que puedas disfrutar de los juegos de agua, pero es mejor pensar en algunas actividades adicionales.
Los juegos de cartas son un pasatiempo inmortal: los hay de todo tipo, desde los clásicos con naipes normales hasta los que entrenan la memoria, enseñan a contar o simplemente estimulan la reactividad y los reflejos.
La naturaleza como señal Si nos fijamos bien, sin embargo, podemos darnos cuenta de que una de las principales fuentes de entretenimiento está a nuestro alrededor: la naturaleza.
Por ejemplo, podemos organizar una búsqueda del tesoro de pistas en el bosque regalando un juego o golosinas; obviamente cuanto mayor sea el número de pequeños participantes, más divertida será nuestra idea.
O podemos optar por centrarnos en su deseo de saber invitándoles a recoger hojas de varios tipos de árboles o plantas y luego recogerlas en un álbum que habremos preparado previamente.
¿Qué pasa con los juegos de interior? Luego llega el momento de retirarse a las tiendas de campaña o autocaravanas, donde el espacio es escaso: momento en el que podríamos enseñar a los niños a jugar a las marionetas de sombras con las manos y dejar que adivinen qué animal estamos tratando de replicar.
No hace falta estudiar con antelación: una de las mejores cosas es compartir el momento de aprender utilizando un libro de explicaciones y divirtiéndonos haciendo intentos juntos.
También podemos estimular la imaginación organizando una historia compartida: alguien comienza una historia y los otros jugadores continúan la historia improvisando el desarrollo.
¡El resultado puede ser sorprendente e hilarante! ¿Tenéis otros pasatiempos aptos para que los niños pasen el rato de acampada? ¡Escríbenos!